enero 31, 2011

Precipitaciones.

Mira la lluvia, se desenfrena en estertores,
fértil, la ladera del tiempo se cercena en ella,
somos nada, somos pétalos en vuelo.

Mírala, parece cristal cayendo, cristal húmedo
que se pierde mientras las montañas se oscurecen
mientras el cielo arremolina fábricas de espejos.

Así el horizonte truena a campanadas, a raudales
y sonríe el ave en el árbol sudoroso,
se desdibuja en el cielo el luminoso instante.

Mira, cómo lloran las nubes.
Han de llorar de felicidad.
Se oye el rumor de olas en el firmamento.

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